Este mercado tiene un
interés especial porque lo que se intercambia es el trabajo,
una parte esencial de la vida de las personas. De él
dependen los ingresos y las condiciones profesionales y
laborales, que a su vez determinan, en gran parte, la
calidad de vida y la satisfacción de los ciudadanos.
En el lugar de trabajo la mayoría de las personas pasamos la mitad de nuestra vida, una vez descontadas las horas de descanso. De aquí la enorme importancia que tiene sentirnos realizados en el mundo laboral: en él establecemos relaciones sociales con los compañeros, acatamos y ejercemos la autoridad, desarrollamos la carrera profesional... en suma, es la fuente de una parte muy importante de nuestras aspiraciones personales y sociales, de nuestra felicidad.
El trabajo es
la aportación, física e intelectual, que realiza el ser
humano a las actividades económicas. La remuneración que
reciben los trabajadores a cambio es el salario.
La Economía
considera "trabajo" solamente el esfuerzo aportado a
cambio de un salario, es decir, su aspecto
productivo. Si una persona realiza un esfuerzo sin
remuneración, como es el caso del trabado doméstico
o el voluntariado, la Economía la considera como
laboralmente inactiva, no perteneciente al mercado
laboral. A partir de esta concepción, se clasifica a
la población total de un país en función de su
pertenencia y posición en el mercado de trabajo:
1.1.- La oferta y la demanda de trabajo El trabajo es el factor productivo fundamental de la actividad económica, y es propiedad de las personas, que lo ofrecen a las empresas por un salario. Al contrario de lo que ocurre en los mercados de bienes y servicios, la oferta de trabajo la realizan los trabajadores, y no las empresas. Las empresas, por su parte, hemos visto que necesitan los factores productivos para desarrollar su actividad de producción. La demanda de trabajo, por tanto, la hacen las empresas, junto con el resto de factores. Debido a la dependencia directa entre la cantidad de ventas y producción de las empresas y la demanda de trabajo, se dice que ésta es una demanda derivada (de las ventas de las empresas, claro). Tenemos así los elementos básicos de cualquier mercado, la oferta y la demanda. La interacción de ambas da lugar al precio y a la cantidad intercambiada, en este caso, el salario y el número de trabajadores contratados. La relación laboral se establece mediante el contrato de trabajo o acuerdo mediante el que el trabajador se obliga a realizar, personal y voluntariamente, un trabajo bajo la dirección del empresario, a cambio de una remuneración, el salario. El problema de la relación laboral es que las fuerzas están descompensadas a favor de la empresa, con mayor poder para establecer las condiciones de esa relación a la parte débil, los empleados. Éste es el motivo por el que surgieron, con la revolución industrial, el movimiento obrero y los sindicatos, con el fin de compensar en la medida de lo posible el poder del empleador, la empresa. Y la presión sindical consiguió paulatinamente la regulación estatal de este mercado vital: salario mínimo, jornada laboral máxima, seguridad social, condiciones de higiene y seguridad, etc. Pero, ¿qué clase de mercado es el del trabajo? ¿es un mercado perfecto? Sin indagar mucho, a simple vista, podemos ver que las condiciones de la competencia perfecta, del mercado ideal, no se cumplen:
A pesar
de las imperfecciones del mercado de
trabajo, es útil estudiarlo desde la
perspectiva de la competencia perfecta,
suponiendo que se cumplen todos sus
requisitos. Este análisis nos ayudará a
comprender cómo se determinan las variables
fundamentales: salario y número de
trabajadores.
La oferta de trabajo o cantidad de trabajo que se ofrece en una economía depende de:
El equilibrio del mercado viene dado por el punto en el se cortan las curvas de oferta y demanda: el salario de equilibrio (S*) es aquél para el que la cantidad de trabajadores dispuestos a trabajar, coincide con la cantidad que las empresas quieren contratar (N*). Así pues, la teoría económica trata el trabajo como una mercancía más, y su mercado funciona igual que cualquier otro. Si el salario se sitúa por encima del de equilibrio, se produce un exceso de oferta (excedente de trabajo) que presiona al salario a la baja, hasta restaurar el equilibrio. Lo contrario sucede cuando el salario es inferior al de equilibrio y hay un exceso de demanda o escasez de trabajadores, que hace subir el salario. Las curvas de oferta y de demanda de trabajo se desplazan cuando cambia alguna de las variables que las determinan diferentes al salario. Si, por ejemplo, se incrementa la población activa, la oferta se desplaza hacia la derecha, reflejando el aumento de la misma. |