La economía agraria

Debemos situarnos dentro de la sociedad agraria y dentro de ella, en sus últimos momentos, ya que la gran emigración de la década de los sesenta termina con esta etapa y da comienzo a otra; la sociedad industrial.

La inmensa mayoría de la población de Benalup trabajaba en el campo dentro de lo que se ha denominado la agricultura tradicional. Una agricultura basada en una abundante y barata mano de obra, con una escasa tecnificación, una dependencia muy fuerte de las condiciones climáticas y edafológicas y una producción orientada al mercado, por una parte, y por otra, al autoconsumo, por ello que dominase el policultivo. La importancia de la economía de subsistencia hace que la ganadería sea un complemento más de esa agricultura, sin menoscabo de la existencia de la ganadería extensiva en los grandes latifundios existentes. La explotación del bosque tenía una función importante, bien fuera a través de la saca de la corcha o el carboneo. Otra actividad de gran importancia fue la denominada economía depredadora; el furtiveo, las trampas, los espárragos, las cabrillas, las tagarninas, los quesillos, el palmito, etc. resultaban imprescindible en una sociedad caracterizada por la escasez y la relación fuerte y respetuosa con su entorno natural..

Las actividades secundarias tenían un bajo nivel tecnológico y las podemos catalogar dentro del nivel artesanal. El trabajo de la palma, la carpintería, la zapatería, la talabartería, etc.,  tenían un mercado fundamentalmente local.

El sector servicios era muy escaso, teniendo mucha importancia el trueque. Conejos, perdices, pájaros, espárragos u otros productos del campo servían muchas veces como elemento de compra ante la escasez de dinero.

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