ALFONSO XIII

Alfonso XIII fue un niño débil, enfermizo y enmadrado al que malcriaron en palacio, especialmente su tía la Chata, repitiéndolo que había nacido para ser rey. Tuvo decenas de amantes de algunas de las cuales concibió hijos naturales. Entre las más estables destacan Melanie, la actriz Carmen Ruiz Moragas y la conocida vedette Celia Gámez. Alfonso XII se casó en 1905 con una guapa y elegante sobrina de la reina Victoria de Inglaterra, María Victoria de Battenberg. El rey no sabía que la futura reina era transmisora de una terrible enfermedad, la hemofilia, los que la padecen pueden desangrarse a través de una pequeña cortadura. La reina María Victoria le transmitió la hemofilia a dos de sus hijos; Alfonso y Gonzalo. Hacia 1910 se descubrió que el príncipe tenía hemofilia y el rey que ya pasaba un poco de su mujer, empezó a odiarla., hecho que se mantuvo hasta el final de sus días. Una vez en el exilio y cuando no tenían que cuidar las formas se separaron. Como casi todos los borbones tenía una gran nariz, le encantaban las mujeres, los casaban a la fuerza y disfrutaban mucho saliendo a la calle sin dar a conocer su verdadera identidad, hoy en día debido al poder de TV la última cuestión es imposible.

En cierta ocasión, durante una cacería, se alejó incidentalmente del grupo de los acompañantes y decidió sentarse a la sombra de un árbol. Allí estaba aún cuando se le acercó un cammpesino.

- Dicen que anda cazando por aquí el rey. ¿Sabe usted si es verdad?

-Pues sí, eso dicen.

-Ya me gustaría conocerlo.

-Pues véngase conmigo. Cuando lleguemos a donde está, verá que todos se descubren menos él. Así sabrá quién es.

Pusiéronse en camino, y no bien llegaron adónde se hallaba el resto de la partida, el campesino pudo ver, en efecto, que todos se descubrían.

Bueno -le dijo entonces Alfonso XIII-. ¿Sabes ya quién es el rey?

-Pues hombre... -repuso cazúrramente el campesino-: o lo es usted o lo soy yo.