GALERÍA FOTOGRÁFICA

La Constitución interna, junto al bipartidismo y el protagonismo civil, son los tres fundamentos del sistema canovista. La Constitución Interna viene dada por las cortes y las monarquía, en las cuales reside la verdadera esencia de la soberanía española. Esta Constitución interna es más importante que la propia Constitución. En la ilustración  de la derecha la regente María Cristina jura la Constitución de 1876 y el óleo de la izquierda representa una sesión de las Cortes.

El verdadero inventor e impulsor de la Restauración fue Antonio Cánovas del Castillo. Puntilloso en las formas quiso crear un sistema democrático al estilo inglés, aunque el fondo importara menos. Turno el gobierno con el partido liberal, progresista o fusionista. Al partido conservador y al liberal se les conocía con el nombre de partidos dinásticos. Este bipartidismo, al igual que el protagonismo civil, fueron posibles gracias al instrumento que engrasaba todo el sistema; El Caciquismo. En la caricatura vemos a Cánovas del Castillo enseñando a leer al líder del partido liberal Amadeo Sagasta.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

En el cuadro Martínez Campo restaura a Alfonso XII. Martínez Campo con la oposición de Cánovas del Castillo dio un golpe de estado en Sagunto que terminó definitivamente con la I República. Cánovas hubiera preferido la ocupación pacífica del trono y así lo había preparado con el Manifiesto de Shandurst, un escrito que el político madrileño preparó al rey, donde se presentaba como un rey democrático, pero heredero de todas las tradiciones y costumbres españolas. Es decir, estaba formulando el principio de la Constitución interna.

La caricatura muestra una división provincial de España, apareciendo en cada provincia la figura del cacique provincial. En el centro el gobernador civil que era el que transmitía el partido al que el cacique tenía que hacer ganar en su circunscripción. El cacique hacía de intermediario entre la localidad y la administración, recordaba así muchas de las características del feudalismo. El cuadro representa el asesinato de Cánovas del Castillo por el anarquista Angiolillo. Cánovas del Castillo creo el sistema más estable y duradero, consiguió el protagonismo civil y el turno pacífico de los dos partidos. En su debe hay que señalar que no entendió el nacionalismo, que se basó en el caciquismo y que dejo fuera del sistema a grandes capas de la sociedad, ya que solo participaban en el sistema los partidos dinásticos; conservadores y liberales.

Tras el pacto del Pardo el consenso entre los dos partidos dinástico se consolidó, como se observa en la gráfica. Cuando había algún problema, uno de los partidos estaba gastado o había riesgo de que el otro se saliera del sistema se pactaba quien accedía al gobierno. Este preparaba las elecciones y eran irremediablemente ganadas por el partido que las había preparado. El caciquismo era infalible.

Las diversas ilustraciones se refieren al caciquismo y sus distintos métodos.Cambio de autoridades meses antes de las elecciones. El partido que organizaba las elecciones las ganó siempre. Confección de censos - no aparecen personas que no van a votar lo que se quiere o votan los muertos... Coacciones físicas y económicas. Escrutinio, robo, ruptura, destrucción o falsificación de actas. Constitución de mesas electorales, locales, adelanto del reloj... Prometiendo empleos en el Ayuntamiento o en labores agrícolas. Solucionando pleitos judiciales a favor y trámites burocráticos pendientes. Librando a los amigos del servicio militar mediante la simulación de inutilidad física o el pago de la redención. Cambiando las urnas con las papeletas o las actas de resultados electorales. Controla el Ayuntamiento, siendo alcalde o nombrándolo, de manera que cualquier trámite burocrático y administrativo como pasaba por sus manos podía resolverlo rápidamente o complicarlo según quién fuera el peticionario y se sometiera a sus intereses. Proporciona trabajo a los jornaleros agrícolas y arrendamientos a los campesinos; distribuye las contribuciones o impuesto municipales, cargando a los enemigos y favoreciendo a los fieles; del cacique depende que trabajen, paguen pocas contribuciones o vivan en la miseria y mueran de hambre. Las “fuerzas vivas” de la aldea le obedecen: El alcalde El párroco El maestro El juez La Guardia Civil. La primera y cuarta ilustración ironiza sobre la práctica común de votar los muertos, la segunda sobre las dos expresiones del caciquismo; el encacillado y el puecherazo, la tercera sobre los métodos violentos. La última es muy rica, aparecen los muertos, los métodos violentos, las fuerzas de orden público, las fuerzas fácticas, etc... todos encabezados por Sagasta y por el origen de este tipo de prácticas; el sufragio universal. En el fondo es una crítica a como el carácter democrático que puede representar el sufragio universal es burlado y ninguneado.