TEMA 3.- La caída del imperio colonial  y la crisis del 98 ESQUEMA Ficha de control para la composición

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El tema con corbata. http://hoyesseimpre.blogspot.com/2008/01/la-cada-del-imperio-colonial-y-la.html

INTRODUCCIÓN I.-LA CAÍDA DEL IMPERIO COLONIAL II.- LA CRISIS DEL 98 Y EL REGENERACIONISMO

 INTRODUCCIÓN

La crisis del 98 ha recabado recientemente la atención de los historiadores coincidiendo todos ellos en considerarla como un hito esencial en la historia de España; un hecho a partir del cual es posible establecer un antes y un después. 

La política exterior de la Restauración nos va a traer bastantes consecuencias negativas. En el contexto internacional se confirma que España ha bajado al estatus de potencia de segundo orden, perdiendo las últimas colonias americanas y embarcándonos en la aventura africana que iba a ser fuentes de innumerables problemas. A nivel interno además de provocar sendas guerras, contribuyó a radicalizar el ambiente político y social, ya de por sí bastante inestable.

A finales de siglo XIX  España se encontraba aislada internacionalmente, no habiendo conseguido entrar en ninguno de los sistemas biksmarckianos, ni en el reparto de África. Además en la década de los noventa asistimos a un reajuste internacional de las colonias. En ese contexto perderemos Cuba, Puerto Rico y Filipinas.

I.- LA CAÍDA DEL IMPERIO COLONIAL

La pérdida de Cuba, Puerto Rico y Filipinas provocó en España una crisis de tal tamaño que se le denominó el desastre del 98 o la crisis del 98. La pérdida de nuestras posesiones antillanas y del Pacífico está íntimamente conectada, pues, con la remodelación del mapa colonial impuesto por las grandes potencias industriales a fines del siglo pasado, y, en concreto, con la expansión imperialista de EEUU. España en el contexto de reajuste colonial iba a dirigir sus deseos imperialistas a Marruecos. Pero sobre todo la crisis del 98 significó una depresión moral y anímica colectiva. Fue el fin de una época y el inicio de otra. Es el inicio de la crisis de la Restauración..

 

 

 

 

PRECEDENTES Y CAUSAS EL DESARROLLO DEL CONFLICTO CONSECUENCIAS
En 1878 por la paz de Zanjón, Martínez Campos consiguió firmar la paz con los insurrectos cubanos. Pero las promesas de autonomía no se respetaron y los cubanos seguían pidiendo mayores cuotas de autonomía e independencia. Maura presentó un proyecto autonomista para la isla pero fracasó (debido a la oligarquía cubana, la oligarquía económica española y la presión americana).

 El resultado es que en 1895 estalla la insurrección separatista en Cuba (tras el grito de Baire y liderado por José Martí) y Filipinas. Muerto Cánovas, Sagasta consigue aprobar  un proyecto de autonomía para la isla, pero ya era demasiado tarde.

Las causas de la guerra hay que buscarlas en los intereses económicos y políticos (prestigio) de la clase dominante española, los intereses de la oligarquía cubana por la independencia política y económica  , y los intereses políticos (expansión por el Caribe y el Pacífico) y económicos (importaciones de caña de azúcar) de EEUU.

A.- LA GUERRA DE GUERRILLAS.- La guerra estalla en 1895 y José Martí, el líder, consiguió sublevar la parte oriental de la isla, la más antiespañola. Cánovas envía a Martínez Campos para que combine la negociación con la guerra, al no conseguirlo, lo retira y envía al general Weyler, que impuso su línea dura y represiva. Consistía en dividir en tres el territorio de la isla por medio de trochas, o líneas fortificadas que impedían el paso de los insurrectos, con lo que se facilitaba su eliminación. Con la muerte de Maceo la guerra estaba prácticamente ganada por España, pero entonces se produjo la intervención americana.   Esta dureza y crueldad que utilizó Weyler provocó una protesta internacional, lo que aprovecharía EEUU para intervenir.

B.- LA INTERVENCIÓN DE EEUU.- El presidente americano Mckinley protestó duramente por la dureza de Weyler al gobierno de España e intentó comprar la isla por 300 millones de dólares, a lo que el gobierno por patriotismo se negó. Cuba y Puerto Rico eran sentidas desde la Península de manera similar a como lo eran las Baleares o las Canarias.  Pero los americanos aprovecharon el incidente del Maine (explosión de un buque de guerra americano, de origen incierto) para mandarle un ultimátum Doc 3.- a España que en definitiva era una declaración de guerra.

Las fuerzas eran desiguales; a la pujanza económica y militar americana solo se le oponía un viejo y mal dotado ejercito. Eso sí, en España, fomentado por la prensa y la burguesía catalana, estalló una gran campaña y ola de patriotismo.

La guerra se desarrolló en dos frentes en el Pacífico y en el Caribe. La victoria americana fue fácil en Cabite y Santiago de Cuba (Almirante Cervera, natural de Medina Sidonia) . Las tropas americanas se apoderaron fácilmente de las islas.

Por el tratado de París España perdía los últimos jalones del imperio ultramarino, pasando definitivamente a ser una potencia de segundo orden. Posteriormente España intentaría compensar este fracaso con la explotación de Marruecos, dentro del reajuste colonial internacional que se estaba produciendo. Económicamente afectó a las exportaciones textiles catalanas y a la importaciones de materias primas baratas, agudizando el déficit de la balanza de pagos e incrementando el proteccionismo comercial.. aunque la repatriación de capitales compensó en algo los efectos negativos. Pero la gran consecuencia fue de orden moral y anímico. España, que tuvo un imperio donde "no se ponía el sol" perdía sus últimas colonias. Un clima de depresión colectiva se instaló en España y rápidamente se adueñó el catastrofismo de los españoles. En un abrir de ojos los españoles se dieron cuenta de que éramos una nación insignificante en el orden internacional, pobre y atrasada económicamente, y políticamente dominada por el caciquismo. Esos eran los verdaderos males de España y había que regenerarla. Aparece entonces el regeneracionismo y la generación del 98.
EL PROBLEMA DE ESPAÑA
La crisis del 98 puso en la escena política el debate sobre el problema de España. El problema de España que  va a marcar el siglo XX no era único, sino la confluencia de muchos otros; 1.- Un problema socioeconómico ligado a la estructura de la propiedad de la tierra y al modelo de país mediterráneo en la industrialización del país. 2.- Un problema político derivado del divorcio entre la España oficial representada por el sistema canovista y una España real que no tenía cabida en él. 3.- Un problema regional, que era también el de la estructura de España o el modelo de Estado, tras el surgimiento de los nacionalismos y regionalismos. 4.- Un problema religioso-cultural relacionado con la existencia de una tendencia que se refugiaba en la tradición católica como seña de identidad de España y otra que pretendía un Estado laico que permitiera la modernización del país. 5.- Un problema militar, que una vez en crisis la Restauración y su principio de protagonismo civil, España observó como el militarismo quería volver a influir en la vida política nacional, esta vez desde posiciones tradicionalistas, conservadoras, católicas y nacionalistas españolas. 

Desde este momento el mito de la revolución liberales es sustituido por el de la regeneración nacional. El hombre como ser individual va a ser sustituido por nuevos mitos o entes colectivos: la especie, la raza, el pueblo, la masa, la clase social... todo ello representado colectivamente en el pueblo-nación. Desplazado el individuo de donde lo había colocado el pensamiento ilustrado y liberal se abren paso los denominados "errores del siglo XX": el culto a la violencia, al racismo, al nazi-fascismo, al estalinismo... y la secuela de atrocidades y barbaridades cometidas en su nombre. Nos referimos a un proceso que no solo afecta a España, sino a toda la Europa de la primera mitad de siglo.

II.- LA CRISIS DEL 98 Y EL REGENERACIONISMO

 La derrota de la escuadra española casi sin combate, la superioridad norteamericana y la rapidez con que se cedió el resto del imperio al enemigo causaron una gran impresión en España en todos los sectores sociales. Cuando EEUU emite el ultimátum en España se produce una explosión de patriotismo, potenciado por la prensa, tras la rápida derrota, a las preocupaciones de los industriales y exportadores vinculados con Cuba y Filipinas se unen el pesimismo y malestar del ejército, y en muchos grupos populares surge la sensación de haber sido traicionados y engañados por no saben quien. Algunos sectores de la clase media, pensadores y políticos se plantean por qué ha ocurrido la desgracia. Doc 1.-

La crisis del 98, más que política o económica fue una crisis moral e ideológica, tan profunda y amplia que hizo tambalearse al sistema de la Restauración. A partir de aquí; los nacionalismos comienzan a expandirse, el movimiento obrero y el republicanismo se radicalizan, comienza un renacimiento del militarismo (el ejército derrotado paso a considerarse garante de la unidad nacional que amenazaban los nacionalismos y la paz social que lo hacía el movimiento obrero) y la críticas al sistema canovista se generalizan. Muchos historiadores opinan que el 98 marca el fin de un siglo y una época y el comienzo de otra; en el 98 sitúan el inicio de la crisis de la Restauración Doc 2.-. Esta crisis tendría su continuidad en la Semana Trágica, la triple crisis del 17 y  el desastre de Annual, desembocando en la dictadura de Primo de Rivera. 

De la derrota surgía una nueva idea y un nuevo impulso: LA MODERNIZACIÓN DE ESPAÑA, ya que para todos la causa fundamental del desastre estaba en nuestro retraso con respecto a los países del entorno. En este contexto, se instaló en España el movimiento regeneracionista, un regeneracionismo que va a llegar hasta nuestros días. Se puede definir el regeneracionismo como un movimiento ideológico que hace culpable a la Restauración de todos sus radicalizados males y propugna la necesidad de una modernización política, económica y social. Modernización que vendría europeizando a España. El Regeneracionismo tiene sus precedentes en los arbitristas del siglo XVII y los ilustrados del siglo XVIII, como ellos se basan en un análisis pesimista y crítico de la situación de España y la necesidad de un cambio, de una regeneración.

LA PERMANENCIA DEL REGENERACIONISMO REGENERACIONISTAS

La mayoría de los políticos de la primera mitad del siglo XX fueron regeneracionistas, cada uno a su manera. Regeneracionistas lo fueron Alfonso XIII, Silvela, Moret, Maura, Canalejas, Eduardo Dato, Pablo Iglesias, Angle Pestaña, Cambó y Primo de Rivera. También lo fueron Ortega y Gasset, Unamuno, Ramiro de Maeztu o Valle Inclán, por citar las figuras más representativas de las distintas posiciones ideológicas.

El regeneracionismo ha caracterizado el siglo XX, regeneracionistas fueron los partidos dinásticos, Primo de Rivera, la Segunda República, Franco, Suárez, PSOE con su influencia machadiana y Aznar. En la actualidad cuando ya se han resuelto muchos de los problemas (el educativo, el económico, el religioso, el social, el europeísta...) quedan influencias del regeneracionismo. Así en el problema más grave que nos queda por resolver; la identidad de España y su estructura; todas las posiciones políticas enfrentadas lo hacen desde un carácter regeneracionista.
EL REGENERACIONISMO INTELECTUAL LA GENERACIÓN DEL 98 DISTINTOS TIPOS DE REGENERACIONISMO POLÍTICO
El movimiento regeneracionista fue liderado por una serie de intelectuales entre los que destaca Lucas Mallada, Macías Picavea, la Generación del 98, y, sobre todo, Joaquín Costa. Joaquín Costa propugnaba la necesidad de modernizar España y olvidar las glorias del pasado. "escuela y despensa y cien llaves al sepulcro del Cid". Pretendía sustituir la política del régimen de la Restauración, que favorecía a la oligarquía, por otro que lo hiciera a las clases medias. Así proponía: 1.- El reparto de la tierra la restauración de la antigua práctica española del colectivismo agrario eliminado con las desamortizaciones. 2.- La construcción de grandes obras hidráulicas, capaz de aliviar la agricultura en un país de muy escasas precipitaciones, irregulares y mal repartidas territorialmente. 3.- La extensión de un programa educativo, acompañado de la construcción de escuelas que sacará a las masas de su tradicional ignorancia.

A este regeneracionismo intelectual le iba a suceder otro regeneracionismo más práctico; el de los políticos, pero con muchas variantes ideológicas. De ahí que el regeneracionismo fuera practicado desde diversos ángulos políticos, hasta producir la sensación de encontrarnos ante varios regeneracionismos.

Desde el punto de vista literario, se va a formar un grupo influenciados por el desastre del 98, el regeneracionismo y Joaquín Costa. Es la generación del 98. Unamuno, Machado, Azorín, Baroja, Maeztu, Ganivet, etc tienen en común su procedencia periférica y su interés por Castilla, pero sobre todo les une su "común dolor" por España y su decadencia. Su preocupación giró en torno al "problema de España", de su definición como nación, de la búsqueda de sus señas de identidad nacional, del alejamiento entre la España real y la España oficial, y de las causas de su atraso con relación a Europa, tal vez la verdadera causa del desastre. A partir de entonces, el problema de España se iba a convertir en el gran tema de debate político nacional, debate que todavía no ha concluido. El regeneracionismo también va a afectar a la vida diaria política. La crítica al sistema de la Restauración y al caciquismo que impedían la modernización de España era común; ahora bien la forma de conseguir esa modernización variaba tanto como las distintas opciones políticas existentes. Podemos establecer una doble división; uno surgido dentro del mismo régimen que va a ser partidario de la revolución desde arriba (el de los partidos dinásticos) y otro partidario de la revolución desde abajo, defendido por los republicanos y los socialistas.

PARTIDOS DINÁSTICOS.- Silvela, Maura (ambos conservadores) y Canalejas (liberal) se van a convertir en el prototipo de políticos regeneracionistas, intentando hacer "la revolución desde arriba", luchando contra el caciquismo. 

LOS NACIONALISMOS PERÍFERICOS.- Estos achacaban al estado liberal centralista la culpa de los males que asolaba España. Los catalanes especialmente, y en menor medida los vascos empezaron a contemplar la autonomía como parte integral de la regeneración de España y de las reivindicaciones propias. Por otra parte, estos nacionalistas catalanes se van a implicar tanto en la regeneración de España que van a formar parte de los gobiernos centrales para regenerarla según sus propias ideas, como hizo Cambó.

LOS REPUBLICANOS.- Al igual que los nacionalismos periféricos, a partir de este momento van a conocer momentos de desarrollo político. Achacaban todos los males a la monarquía y sus estructuras y defendían una república como  sistema de gobierno que posibilitaría la modernización.

EL MOVIMIENTO OBRERO.- También conocieron un gran desarrollo y culpaban a la monarquía y los partidos dinásticos de las pésimas condiciones de vida de los trabajadores. Reclamaban un nuevo sistema de gobierno más acorde con los intereses de la clase trabajadora.

LOS MILITARES.- El desastre repercutió también sobre la ideología y el comportamiento de los militares. En ejército, en su conjunto, se derechizó, inclinándose hacia posiciones conservadoras o autoritarias y abandonando las tendencias populistas y republicanas que había tenido en el siglo XIX. El divorcio ejército-sociedad se gestó a raíz del 98. Los militares achacaban a los políticos la responsabilidad del desastre,  al sistema parlamentario la culpa de todos los males de la nación y las clases populares eran concebidas como una amenaza para el orden social.

Todos estos regeneracionismos, salvo el de los partidos dinásticos confluyeron en la crisis del 17.

LA CRISIS DEL 98 Y LA MODERNIZACIÓN DE ESPAÑA GENERACIÓN DEL 98. LA EDAD DE PLATA DE LA CULTURA ESPAÑOLA
Básicamente todos los regeneracionistas coincidían que la causa del desastre del 98 habría que buscarlo en el retraso de España con respecto a los países de su entorno. Desde ese momento una ola de regeneracionismo que se traduce en un intento de modernización de España ha inundado la política nacional hasta nuestros días. La política hidráulica que demandaba Joaquín Costa tendrá su cumplimiento con Primo de Rivera y Franco; en énfasis educativo de la Institución Libre de Enseñanza, todas las reformas del bienio progresista de la Segunda República, la política de industrialización en la dictadura franquista y hasta el europeísmo del final del siglo XX serían incomprensibles sin aquella referencia regeneracionista y modernizadora. Esta generación artística,  e intelectual va a elevar nuestra cultura a unas cuotas muy elevadas, articulándose en torno al "problema de España". La producción cultural fue tan elevada cualitativa y cuantitativamente que se le ha denominado la EDAD DE PLATA de la cultura española, comparándola con el siglo de Oro del XVII. El hecho de que tanto en el siglo XVII , como a partir del 98 España se encontrara en una profunda crisis general ha hecho concluir a muchos historiadores que las etapas de crisis son también épocas de producción excelente en el mundo de la cultura. Citando a los más representativos reflejaremos los nombres de Machado, Unamuno, Pío Baroja, Azorín, Gaudí, Domenech i Muntaner, Bellver, Benlliure, Zuloaga, Sorolla, Romero de Torres, Isaac Albéniz o Enrique Granados.
LA DIVISIÓN EN DOS DE LOS DISTINTOS TIPOS DE REGENERACIONISMOS EL RESURGIR DEL ANTICLERICALISMO
Estos distintos tipos de regeneracionismos, con diversas fuentes ideológicas, progresivamente van a ir confluyendo en vísperas de la segunda república en dos grupos antagónicos, contrarios y enemigos a muerte hasta enfrentarse en duelo fraticida en la sangrienta guerra civil española (1936-1939). Por un lado, los nacionalistas periféricos, los republicanos y el movimiento obrero,  por otro, los tradicionalistas, los católicos, los nacionalistas españoles y los autoritarios. Todos imbuidos del Regeneracionismo se enfrentaron en la guerra civil española. Una gran parte de la izquierda española consideró a la Iglesia católica la culpable de que España estuviera tan atrasada y que suponía un enorme obstáculo para su modernización. A partir de este momento, el anticlericalismo que se había manifestado tímidamente en las guerras carlistas o en la gloriosa, va a ser una constante en la historia de España, hasta el triunfo del general Franco en la guerra civil española. 

Entrevista a Joaquín Costa

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