TEMA5.-ESPAÑA EN EL PRIMER TERCIO DEL SIGLO XX: SOCIEDAD Y ECONOMÍA  Esquema

Introducción I.-La economía II.- La sociedad
I.1.- LA EVOLUCIÓN DE LA ECONOMÍA Y DE LA POLÍTICA ECONÓMICA I.2.- LA AGRICULTURA I.3.- LA CONSOLIDACIÓN INDUSTRIAL
II.1.- LOS CAMBIOS DEMOGRÁFICOS II.2.- LAS CLASES SOCIALES II.3.- LOS CONFLICTOS SOCIALES

INTRODUCCIÓN.- 

La economía española del primer tercio de siglo estuvo marcada, aunque con diferencias según las coyunturas, por una tendencia general al crecimiento que quedó interrumpida por la guerra civil y la política autárquica. Este proceso de crecimiento y de transformación estructural acortó algo las distancias respecto a las economías de nuestro entorno, preparando y posibilitando la explosión desarrollista de la década de los sesenta. Otra característica de este periodo es el aumento de las desigualdades económicas y sociales produciéndose en España una dualización; dualización geográfica, demográfica, social, económica y política. Junto a una periferia más desarrollada e industrial persistía un centro peninsular agrario y atrasado. 

La sociedad española del primer tercio del siglo XX fue una sociedad en transición entre el modelo agrario e industrial. Esta sociedad experimentó una importante transformación estructural, cobrando fuerza nuevos grupos sociales - las clases medias, que tuvo que competir con el predominio de la oligarquía- e iniciándose una sociedad de masas.

I.- LA ECONOMÍA

I.1.- LA EVOLUCIÓN DE LA ECONOMÍA Y DE LA POLÍTICA ECONÓMICA

 LAS COYUNTURAS ECONÓMICAS

Durante el primer tercio del siglo XX España conoció etapas de crisis económicas seguidas de otras de gran desarrollo económico. Las circunstancias políticas actuaron en un doble proceso de causa-efecto.

Recuperación de principios de siglo    El Boom de la neutralidad       CRISIS DE LA POSGUERRA 1919-1923   LA DICTADURA DE PRIMO DE RIVERA    LA SEGUNDA REPÚBLICA               
Las medidas proteccionistas, la repatriación de capitales coloniales y los avances tecnológicos aplicados lograron una gran recuperación de la agricultura e industria. La gran demanda de los países en guerra hizo que la economía conociera un desarrollo espectacular: Los grandes beneficiarios fueron la siderurgia, el textil y los bancos. Las clases bajas resultaron  perjudicadas por el aumento de precios. Terminada la guerra mundial el comercio se resiente y las empresas tienen que bajar la producción. La recesión es importante; el proteccionismo arrecia. Otro periodo de gran desarrollo económico. Ello se debió a la coyuntura internacional, los felices años veinte y al nacionalismo extremo económico aplicado por Primo de Rivera. Así aumentó el intervencionismo del estado, se reforzó el proteccionismo, se incentivó la concentración empresarial y, sobre todo, se llevó a cabo una intensa política del fomento de las obras públicas. La crisis mundial del 29 afectó a la segunda república en la caída del comercio exterior y el aumentó del paro. Pero las repercusiones de esta crisis fueron menores que en los países de nuestro en torno, debido al tradicional aislamiento de nuestra economía, impuesto por el proteccionismo.  

LA POLÍTICA ECONÓMICA

Desde finales del siglo XIX se produjo un importante avance en la intervención del Estado, consolidándose el proteccionismo típico de la economía española del siglo XX. La consolidación del proteccionismo arranca de la crisis agraria de finales de siglo cuando coinciden los intereses agrarios con los industriales y se va a ir consolidando a través de todo el siglo, con la excepción del periodo 19914-l919 donde se relaja-. Este proteccionismo Doc 4  o nacionalismo económico va a presentar dos modalidades; elevación de las tarifas arancelarias y legislación de medidas que favorezcan la iniciativa privada.

Junto a las leyes arancelarias se fueron aprobando un extenso grupo de leyes que otorgaban exenciones y privilegios fiscales, subsidios, primas y pedidos directos de la Administración, hasta llegar, en el caso del carbón, a la obligatoriedad  de su consumo

 para poder acogerse a las ayudas. Otra medida muy importante fue la anulación de la franquicia arancelaria para el material ferroviario, en 1896, que favoreció el desarrollo de la siderurgia. La intervención económica del Estado alcanzó su máximo en los años 20, plegándose a las peticiones de los industriales vascos y catalanes- Cambó jugó un protagonismo muy importante-. La política proteccionista y de intervención en economía  alcanzó un alto grado con la dictadura de Primo de Rivera. En la segunda República se continuó con el proteccionismo, pero la política económica estuvo marcada por el intento reformista que la caracterizó, con el objetivo de aumentar las políticas sociales para beneficiar a las clases populares. Así se explica por ejemplo la ley para la Reforma Agraria, la de los jurados mixtos, el aumento de salarios o el establecimiento de un salario mínimo.

A esta política económica llevada a cabo durante casi todo el primer tercio del siglo XX se le ha denominado NACIONALISMO ECONÓMICO. En algunos sectores nuevos; el apoyo público a la iniciativa privada fue esencial como en el sector químico, eléctrico y, sobre todo, naval. Esta política proteccionista continuó en España hasta 1986 con la entrada en la UE que se produjo el desarme arancelario entre ellos y la desaparición de monopolios y ayudas excesivas estatales.

VENTAJAS E INCONVENIENTES DEL PROTECCIONISMO
El proteccionismo es una política económica adecuada para una economía que está en proceso de cambio y de crecimiento. Una economía, como la española en el inicio del siglo XX, que está transformándose a una economía plenamente industrial y no puede competir con las economías de los países vecinos. Es decir, para una economía que se está industrializando es necesario que el estado proteja mediante aranceles, contingentes y leyes fiscales la economía interna. Pero esta protección también lleva acarreadas sus consecuencias negativas, ya que no facilita ni la modernización, ni la competitividad. En España  los perjuicios de esta política proteccionista fueron muy importantes; perjudicaron la competitividad de la industria española, no estimulando su modernización e hicieran que el mercado español pagara esos productos 2 ó 3 veces más caros que en el resto de Europa, con lo que perjudicó el ahorro y la acumulación de capital. Además fue una de las causas de la radicalización del movimiento obrero. Doc5

I.2.- LA AGRICULTURA

A principios del siglo XX más del 60% de la población activa española trabaja en el campo, en la segunda república este porcentaje baja a menos del 50%. Ello ejemplifica el proceso de modernización sufrido por la economía española en general y en la agricultura en particular. No obstante, no podemos olvidar que estamos ante una estructura agraria dual y que los países de nuestro entorno tenían un porcentaje menor de población activa agraria. Donde mejor se ve el desarrollo de la agricultura fue en el crecimiento de la producción agraria (en un 50%) debido a tres factores.

FACTORES DEL CRECIMIENTO DE LA PRODUCCIÓN AGRARIA

INTENSIFICACIÓN DEL USO DEL SUELO ESPECIALIZACIÓN DE LA PRODUCCIÓN CAMBIOS TÉCNICOS
Esto se plasmó, sobre todo, en la producción cerealística, suponiendo no sólo la ampliación de la superficie cultivada, sino también la progresiva eliminación del barbecho y un incremento de los rendimientos. Cada vez adquirió mayor importancia la ganadería, generalmente explotada en régimen de estabulación y con destino al mercado. Varias regiones españolas, en especial la cornisa cantábrica y Galicia se especializaron en la producción de leche y carne. Tuvo lugar una incipiente mecanización de las tareas agrícolas que sustituyó los efectos del éxodo rural. También se difundieron nuevos aperos de labranza y fue más frecuente el uso de fertilizantes químicos, frente al tradicional abono de origen orgánico.

 Pero no podemos catalogar a la agricultura española como plenamente desarrollada y modernizada, ya que ésta se caracteriza por una estructura dual. En la agricultura española existían dos sectores bien diferenciados;

 AGRICULTURA MEDITERRÁNEA EXPORTADORA SECTOR AGRARIO TRADICIONAL Y ATRASADO
Aparece por la fachada del mediterráneo una agricultura moderna y altamente productiva orientada hacía la exportación: olivo, vid, pasas, cítricos, almendras, avellanas, frutas...

Además empiezan a aparecer las industrias agroalimentarias; la industria harinera en Castilla, la del vino en Andalucía y la Rioja, la conservera en Logroño o la azucarera en Granada, Aranjuez y Aragón.

Se trataba de una agricultura tradicional, de secano, cerealística y ganadera, incapaz de renovarse y aumentar su producción, obligando a emigrar a muchos de sus trabajadores. Se caracteriza por el atraso tecnológico y el fuerte grado de autosubsistencia. Aquella España tenía una nula capacidad adquisitiva y no se presentaba como un mercado capaz de absorber los productos industriales catalanes y vascos.

En el atraso agrario tuvo una gran influencia la estructura de la propiedad de la tierra. Los latifundistas de Andalucía, Extremadura y Castilla la Mancha tenían una gran aversión al riesgo y muy escaso interés por aumentar la productividad de sus tierras. El minifundismo se encontraba con el problema de las deseconomías de escala.

¿QÚE LE FALTÓ A LA AGRICULTURA PARA QUE HUBIERA UNA VERDADERA REVOLUCIÓN AGRARIA? EL CÍRCULO DE LA POBREZA DE LAS ZONAS LATIFUNDISTAS
Aunque la modernización fue evidente ya que aumentó la producción y bajo la población activa agraria, perduraron una serie de indicativos que no nos permiten hablar de revolución agraria. La población activa continuó muy alta, la mecanización escasa y solo en el sector moderno, la influencia de los factores físicos muy alta y la utilización de abonos químicos y energía mecánica estaba restringida al sector más modernizado de la agricultura. Habrá que esperar a los años sesenta para que se produzca una verdadera revolución agraria en España, aunque no hay que olvidar que los procesos ocurridos en el primer tercio del siglo XX ayudaron a ello. El sur y centro-oeste, las zonas más pobres de España, se caracteriza por el dominio de la gran propiedad. Los latifundios poseían, generalmente, una explotación extensiva generando trabajo estacionalmente. La gran masa de jornaleros que trabajaba en ellos lo hacía en unas pésimas condiciones, teniendo un poder adquisitivo escaso, por lo que el mercado interior era muy pobre cualitativamente hablando. Por tanto, a las consecuencias negativas sociales hay que añadirle las económicas. Por último, el capital generado por estas explotaciones revertía en el norte de España, ya que los latifundistas no solían reinvertirlo en la modernización de la explotación y si lo introducían en los bancos. Bancos, que con el modelo mixto bancario español, hacía sus inversiones en las zonas septentrionales más desarrolladas.

I.3.- LA CONSOLIDACIÓN INDUSTRIAL

En el largo proceso de la industrialización española, el primer tercio del siglo XX constituye un periodo de recuperación. Es el momento en el que se produce una transición desde una sociedad agraria hacia una industrializada, sentando así las bases de la expansión industrial de la década de los sesenta. Pero es también el periodo en el que el modelo de capitalismo español se le adosó una fuerte carga de nacionalismo económico y aislamiento del exterior, que permaneció en vigor hasta las décadas finales del franquismo.

LA LUCHA ENTRE EL PROTECCIONISMO Y EL LIBRECAMBISMO DURANTE EL SIGLO XIX
El proteccionismo es la política económica que defiende la producción interior de la competencia exterior mediante aranceles, contingentes y política fiscal. El librecambismo es la que no lo hace. Durante el siglo XIX español hubo una lucha constante entre una y otra política. Los terratenientes eran partidarios del librecambismo, para que el resto de los países no pusieran aranceles a su vino, trigo o aceite. La incipiente burguesía industrial era partidaria del proteccionista para que sus productos pudieran venderse en el mercado interior ante la competencia de los productos ingleses, alemanes o franceses. Esta lucha terminó a finales del siglo XIX imponiéndose el proteccionismo, cuando por la crisis finesecular coincidieron los intereses de uno y otros. Políticamente los conservadores fueron partidarios del librecambismo y los progresistas del proteccionismo, dicha división correspondía a las diferentes bases sociales que sustentaban a uno y otro partido.

A.- LOCALIZACIÓN INDUSTRIAL

Aunque permanecieron los desequilibrios regionales, siendo El País Vasco y Cataluña las regiones más industrializadas, comienza una tímida diversificación en su localización, apareciendo núcleos como el asturiano o el valenciano de gran trascendencia posterior. 

EL PAÍS VASCO CATALUÑA OTROS NÚCLEOS

Fue la gran protagonista del periodo: El núcleo siderúrgico vasco creció espectacularmente, dejando en un segundo plano al asturiano y hundiendo al andaluz. Vizcaya aprovechó su hierro, la participación de los empresarios en las minas y la acumulación de capital, la facilidad para importar el carbón inglés (fletes) y la política arancelaria para conocer un alto desarrollo siderúrgico, con un máximo en 1914-1919. la típica concentración industrial siderúrgica  Doc 1 se plasmó en 1902 con la aparición de "Altos Hornos de Vizcaya", la empresa siderúrgica más potente de España.

A partir de 1900 y sobre todo de 1914 se desarrolla la industria metalúrgica de transformación con destino al ferrocarril y bienes de equipo, destacando Guipúzcoa. Por estas fechas se desarrollan las industrias eléctricas, navales  y químicas, eso si, con presencia de tecnología y capital extranjero. A este desarrollo industrial no fue ajeno la presencia de potentes bancos mixtos como el Bilbao y Vizcaya. En 1917 se crearon los Altos Hornos del Mediterráneo en Sagunto.

El sector más importante continuó siendo el textil. Tras el "desastre del 98" se produce una recaída de la que se recupera pronto debido a las innovaciones tecnológicas aplicadas y al proteccionismo. La industria catalana va a conocer otro periodo de expansión en 1914, para volver a recaer en 1920. Este gran desarrollo económico se asienta en torno a Barcelona y el valle del Bajo Llobregat, contrariamente a lo que ocurriera en el País Vasco la iniciativa no se debe al capital extranjero, sino al catalán, apareciendo apellidos como Rius, Güell, Muntadas, Ferrer, etc. En Cataluña también se desarrolla la industria de transformaciones metálicas, con menor desarrollo que las vascas debido a que dependía de su hierro, la química y la eléctrica. También el sector bancario posee una fuerte incidencia.

Madrid participó también en este proceso de expansión industrial hasta convertirse en la tercera región industrial. Su industrialización esta ligada al hecho de ser la capital de  España y la sede de Administración Central, buscando muchas empresas los beneficios que la cercanía a la administración y el gran mercado, que era la capital, proporcionaban.

Asturias y Cantabria también conocieron una expansión industrial, sobre todo del sector siderúrgico, ligado al carbón astur y leonés y al hierro vasco. También contarían ambas regiones con un sector bancario bastante importante -banco Santander-.

Por último, hay que destacar el inicio de la industrialización valenciana, unido a la acumulación de capital procedente de la exportación de cítricos.

 B.- CIERTA DIVERSIFICACIÓN SECTORIAL

El peso de la industria textil y siderúrgico siguió siendo elevado, pero empiezan a aparecer otras nuevas industrias.

NUEVAS INDUSTRIAS

INDUSTRIAS ALIMENTARIAS QUÍMICA, CONSTRUCCIÓN Y AUTOMÓVIL TRANSICIÓN ENERGÉTICA
La industria alimentaria conoció un desarrollo espectacular, desde las relacionadas con los productos mediterráneos (aceite, vino y harinas) hasta la relacionada con la remolacha o la industria conservera del litoral cantábrico y atlántico. Esta notable expansión vino dada tanto por su capacidad exportadora, como por la ampliación del mercado interior, gracias a la mejora de la dieta alimenticia. La industria química se desarrolló en el siglo XX, localizándose en Cataluña y Cantabria, especializándose en tintes, fertilizantes y papel. La industria de la construcción tuvo en el sector del cemento una de sus principales innovaciones. La industria automovilística se inició con la fábrica Hispano-Suiza instalada en Barcelona, donde salieron los primeros automóviles españoles. Durante el primer tercio del siglo XX tiene lugar en España el paso de la utilización del carbón como fuente de energía única, a la electricidad y en menor medida al petróleo. El desarrollo de la industria eléctrica es la gran novedad en el panorama industrial español, iniciándose en los años de la primera guerra mundial.

C.- EL DESARROLLO FINANCIERO

Durante esta etapa se va a consolidar y concentrar el sistema bancario español, sobre todo a raíz de la bonanza económica del 1914 al 1918. Este desarrollo financiero va a presentar dos características que se mantienen hasta la actualidad; el modelo mixto y la importancia en la economía española. Los bancos se van a dedicar a un doble tipo de actividades; por un lado, a las actividades comerciales propias (venta y compra de dinero) y con los ahorros captados se invierten en las industrias mas rentables. Este modelo mixto va a ser, en parte, responsable de la profundización de los desequilibrios sectoriales y regionales. Este modelo mixto antes comentado, hacen de los bancos el elemento más importante de la economía española. Es en esta época cuando aparecen el Bilbao, Vizcaya, Banesto, Hispanoamericano, en las zonas donde la acumulación de capital es más importante; País Vasco, Cataluña, Madrid, Santander...

II.- LA SOCIEDAD

La España de esta etapa continuó siendo mayoritariamente agraria, pero el desarrollo económico señalado trajo un importante proceso migratorio a las ciudades que crecieron vertiginosamente, ello hace que el mundo urbano se vaya imponiendo progresivamente imponiendo su moda y estilo frente al ambiente rural. La sociedad española durante el primer tercio del siglo XX, sobre todo en sus últimos momentos, ni es agraria ni es industrial, sino que está a medio camino de ambas.

II.1.- LOS CAMBIOS DEMOGRÁFICOS

En el primer tercio del siglo XX asistimos a la verdadera transición demográfica de España, pasando de un modelo demográfico propio del Antiguo Régimen (altas tasas de natalidad y mortalidad) a otro propio del Nuevo Régimen demográfico (bajas tasas de natalidad y mortalidad). Como el descenso de la mortalidad fue más rápido que el de la Natalidad, también asistimos a un aumento importante de la población (siete millones de personas entre 1900 y 1940). La distribución espacial de esta población continuó el modelo del siglo XVIII y XIX; descenso del interior (salvo Madrid) y Oeste; aumento del norte y este.

También hubo importantes movimientos migratorios. La emigración exterior se dirigió al norte de África, pero sobre todo, a Latinoamérica. La interior a los núcleos industriales del norte. Además se produce un éxodo rural hacia las ciudades, que explica el crecimiento espectacular de las ciudades y los cambios sociales ya mentados. 

II.2.- LAS CLASES SOCIALES

A.- LA OLIGARQUÍA Doc 6.- 

La oligarquía la componen la aristocracia y la alta burguesía. Su predominio político, económico y social va a ser indiscutible durante todo el siglo XIX, pero a partir de 1898 las clases medias y bajas le disputan esa hegemonía, por ello la conflictividad social y política aumenta tanto.

La aristocracia y la  alta burguesía no sólo mantienen ese pacto tácito que les permite ordenar y mandar en la sociedad y en la política, sino que también acercan posiciones. La aristocracia se aburguesa, la burguesía se ennoblece. La aristocracia se introduce en el mundo de los negocios industriales y financieros; la alta burguesía también compra grandes latifundios.

La aristocracia se sigue localizando en el Centro y Sur de España; la alta burguesía se localiza en Cataluña, País Vasco y Madrid. Estas clases sociales copan los altos cargos del sistema bancario, manda a estudiar a sus hijos a Inglaterra y nos traen el fútbol. Son aficionados a los concursos hípicos, al teatro, a la ópera y viven en los ensanches de las ciudades o en los barrios residenciales de la parte alta de las ciudades. Progresivamente la oligarquía se va haciendo más temerosa ante el empuje del movimiento obrero y se van aproximando al ejercito del cual buscan su apoyo.

BURGUESÍA Y NOBLEZA
En nuestro país la burguesía, como en el caso de Francia, no actuó contra la nobleza, sino todo lo contrario: actuó junto a ella y con la monarquía pactando con ambas el reparto del poder en el Estado liberal; y, además, el de los bienes de la Iglesia y la posesión de la tierra. De ahí que la tarea de abordar el problema de tierra quedara reservada al movimiento obrero, conocida la unión de intereses entre la antigua nobleza terrateniente y la nueva burguesía, en gran medida terrateniente. Esto explica que el problema agrario se fuera radicalizando y creando conflictos políticos muy graves. El campesinado, al contrario que el proletariado, no estuvo bien organizado. Las huelgas resultaban ineficaces por la existencia del paro, los esquiroles o los trabajadores de los pueblos vecinos. Ante esto las revueltas campesinas siguieron teniendo el mismo carácter espontáneo y desorganizado que en el siglo XIX.

B.- LAS CLASES MEDIAS

El avance de las clases medias fue espectacular. En las ciudades su dominio era absoluto. Las clases medias o la pequeña burguesía está integrada por pequeños empresarios, comerciantes, agricultores medios, funcionarios y profesionales liberales, presentan una pluralidad mayor que la oligarquía en lo que se refiere a posturas políticas; conservadores, liberales o republicanos.

Progresivamente, ayudados por los nuevos medios de transporte y de comunicación de masas, irán imponiendo su forma de vida al resto de la sociedad. La prensa, el asociacionismo (ateneos, tertulias, peñas, casinos, etc.) y la movilización de masas (manifestaciones, mítines, reuniones, etc) son los instrumentos para imponer su forma de vida. Son bastante consumistas, se acercan progresivamente al mundo de la cultura  y acuden a los espectáculos de masas; toros, fútbol, cine...

C.- LAS CLASES TRABAJADORAS

La miseria y la pobreza es el común denominador de este sector social, pero las diferencias son tantas que hay que analizar por separado sus dos grandes sectores; el campesinado y el proletariado.

C.1.- EL CAMPESINADO

Componen la España rural, viven muy próximo a la autosubsistencia, sus costumbres y su forma de vida esta más cercano a lo tradicional. No obstante, también hay muchas diferencias entre ellos. Los pequeños propietarios, dominante en zonas de minifundio viven pendientes de las condiciones climáticas. Los pequeños arrendatarios y aparceros viven peor que estos, pero existe un grupo de campesinos que son los que peor viven y más dificultades pasan; los jornaleros.

Los jornaleros son aquellos trabajadores del campo, que no poseen propiedad ni medios de trabajo y que dependen exclusivamente del trabajo que les den los grandes propietarios. Su trabajo es estacional (al ritmo de las cosechas) y el paro es abundantísimo. En estas circunstancias sus condiciones de vida y de trabajo son pésimas. Explotación, bajos salarios, insuficiente alimentación, infravivienda, analfabetismo, alcoholismo, condiciones de vida antihigiénicas y abundancia de abusos e injusticias. Su esperanza media de vida es de 35 años, siendo el caso de los jornaleros andaluces el más grave.

Progresivamente la agitación social en el campo aumenta, de las dos ideologías del movimiento obrero el anarquismo tiene más éxito ya que se compatibiliza mejor con el carácter individualista y rupturista de la sociedad. En cuanto a las acciones que realizan destacar que están menos organizados que el proletariado y que acuden con menor frecuencia a la huelga como instrumento de presión, ya que los esquiroles, el paro y los trabajadores de los pueblos de al lado quitan eficacia a la huelga. Por el contrario utilizan más la acción directa; la quema de cosechas, los atentados contra la propiedad y las personas, los robos, etc. Los intentos revolucionarios menudean y siempre siguen el mismo esquema; toma del pueblo, comunicación a las autoridades y huída de estas; asalto y quema del registro de la propiedad y... llegada de la guardia civil o/y ejercito y vuelta a la normalidad. Sus reivindicaciones también se basa en principios clásicos; mejores condiciones de vida y de trabajo, mejor reparto de tierras y el principio de "la tierra para quién la trabaja", todo ello englobado en la petición de una reforma agraria en profundidad, que no va a llegar hasta la segunda república..

C..2.- EL PROLETARIADO INDUSTRIAL

Constituye una fuerza emergente y progresiva. A medida que avanza el periodo, su importancia va a ir creciendo al mismo tiempo que lo hace su radicalización. Se localiza en las zonas industriales; Cataluña, País Vasco, Madrid, Asturias, Cantabria, Valencia..., por su cantidad y concienciación va a ser el proletariado catalán el protagonista principal de esta etapa.

Sus condiciones de vida y de trabajo son pésimas; amplia jornada laboral, bajos salarios, viviendas en malas condiciones (barracones o casas de vecinos), paro, abusos, ninguna protección social, analfabetización, trabajo de niños, etc. Políticamente optan por el socialismo o marxismo, salvo en Cataluña que triunfa el anarquismo. sus reivindicaciones empiezan siendo laborales y económicas, para pasar a ser también políticas.

La novedad de las acciones colectivas desplegadas por los obreros a principios del siglo XX estriba en su carácter organizado y en su relación directa con las condiciones laborales de amplias masas obreras, los atentados terroristas anarquistas y las acciones descoordinadas desaparecen. Las movilizaciones comenzaron a reivindicar la jornada de ocho horas o el aumento salarial. La expresión más frecuente de estas luchas fue la huelga, que acabó muchas veces desembocando en la huelga general, está ya con carácter más político, pues pretendía el cambio de régimen político. La primera huelga general convocada fue la de 1902 en Barcelona.

El movimiento obrero español se caracteriza por su radicalización y su anticlericalismo. Ello se explica en el contexto de las dificultades de implantación del Nuevo Régimen político, económico y social en España, sometido a las presiones y la resistencia de las clases privilegiadas. Debido a que la industrialización no va a ser completa hasta la década de los 60 y al nacionalismo económico, las condiciones de vida de los trabajadores dejaban mucho que desear pues no se habían acumulado el capital suficiente; por otra parte; los obreros achacaban a la iglesia que era la culpable del atraso de España, de impedir su modernización y de su alianza con las clases "opresoras"; es más, la consideraban parte de ella. Doc. 7.- 

II.3.- LA CONFLICTIVIDAD SOCIAL

La conflictividad social aumentó después del desastre colonial. Las repercusiones políticas de esta conflictividad fueron muy importantes, dado la radicalización del movimiento obrero español y el alto grado de represión que utilizaba el gobierno contra ellas. El primer ejemplo es, sin duda, la Semana Trágica de 1909 en Barcelona. Ésta constituye un punto de inflexión en la historia de la conflictividad social de la España de la Restauración, dado que supone la transición desde una revuelta, más o menos espontánea, hacia una forma moderna de movilización, bien organizada y de ámbito nacional.. La Semana Trágica comenzó con la protesta ante el embarque de los reservista en Barcelona hacia la guerra de Marruecos, pero acabó siendo una gran revuelta urbana, en la que se combinaron una huelga general obrera y grandes manifestaciones de anticlericalismo. La represión fue durísima, incluyendo el fusilamiento del director de la "Escuela Moderna" F.Ferrer Guardia, ello provocó la campaña "Maura, no" y terminó con el turnismo.

La CNT y la UGT consiguieron llegar a un acuerdo de unidad de acción (sus líderes fueron Ángel Pestaña y Salvador Seguí y Largo Caballero e Indalecio Prieto) en 1916, convocando una huelga general en agosto de 1917; la represión fue muy dura.

A finales del año 17 llegaron las noticias del triunfo bolchevique en Rusia y durante los tres años siguientes  las huelgas y las acciones revolucionarias abundaron. Fue lo que se conoció con el nombre del trienio bolchevique.

En 1919  la huelga de los cenetistas en la Canadiense (electricidad) tuvo mucho éxito, pocas semanas después el gobierno decretó la jornada laboral de ocho horas. Los militantes cenetistas triplicaban a los ugetistas, el éxito de la CNT era manifiesto, sobre todo en Barcelona. Los patronos catalanes alarmados por ello crearon los "sindicatos libres", que eran grupos de pistoleros a sueldo y gángster, que asesinaron a los dirigentes más moderados para provocar la radicalización de la CNT. Entre 1919 y 1923 (dictadura de Primo de Rivera) se vivió el pistolerismo catalán convirtiendo a Barcelona en el "Chicago español". La aplicación de la ley de fugas convertía los asesinatos en ejecuciones legales sin juicio, el gobierno, a través del gobernador civil de Barcelona la aplicó asiduamente. Ello, junto al pistolerismo provocaron una gran represión y radicalidad en la CNT.
LA UGT LA CNT
La UGT fue el gran sindicato de inspiración socialista. Se trata de un sindicato de orientación reformista y moderada, lo que le permitió recoger algunas de las aspiraciones sociales de los republicanos, aliados con los socialistas en 1910, cuando Pablo Iglesias accedió por primera al Parlamento español. Los más importantes dirigentes de la UGT fueron Julián Besteiro y Largo Caballero. La implantación básica de la UGT estaba entre los trabajadores de oficios de Madris y en los trabajadores de las minas de Vizcaya y Asturias. De forma conjunta con el PSOE, la UGT promovió la creación de Centros Obreros que, desde 1905, desembocaron en las Casas del Pueblo, verdaderos centros de difusión de una cultura obrera alternativa a la burguesa de los ateneos y casinos. El movimiento anarquista del siglo XIX se escindió en dos tendencias; el partidario de la acción sindical y el partidario de la propaganda por el hecho. El primer sector se impuso y en 1910 se crea la Confederación Nacional del Trabajo (CNT). La CNT representa la organización obrera más importante de España hasta la guerra civil y, además, el principal sindicato anarquista del mundo. Se caracteriza por su independencia política (apoliticismo), su carácter revolucionario (apelación a la huelga general) y la práctica de la acción directa, en el sentido de rechazar toda mediación externa al sindicato en la solución de los conflictos laborales. A diferencia de la UGT, la central sindical CNT se caracterizaba por su escasa burocracia. La afiliación obrera y campesina a la CNT fue muy elevada desde 1919 hasta 1936, alcanzando durante el periodo de la segunda república más del millón de militantes. Su implantación geográfica estaba centrada en Cataluña y Andalucía. Entre sus líderes cabe destacar a Salvador Seguí, el Noi del Sucre o Ángel Pestaña, ambos representantes de una acción propiamente sindicalista y más moderada, frente a otro sector más radicalizado (la FAI) que se va a hacer con el control del sindicato a partir de 1931.

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