Gastronomía

 Nuestra destacada gastronomía ha sido el gran resultado de la combinación entre la situación geográfica, el clima mediterráneo, la influencia cultural de los pueblos que se asentaron en esta zona a lo largo de la historia, etc. Esta mezcla hace que tengamos una gastronomía  envidiable ya no sólo desde el punto de vista culinario, sino desde el punto de vista de la salud, ya que forma parte de una de las dietas más sanas del mundo: la dieta mediterránea.

 También hay una cierta influencia religiosa en cuanto a la comida de interior, pues las fiestas religiosas hicieron proliferar ciertos platos como las tortas fritas, rosquetes, etc.

Mención importante merece el carácter agroganadero de nuestra comarca  ya que ha ido plasmando una economía de subsistencia basada en el autoabastecimiento  de productos propio de la tierra que ésta podía ofrecer, de ahí los conocidos “productos temporeros”, o sea, los que se recogían del campo según la época del año, que son los productos con mayor atractivo culinario para los visitantes.

Podemos clasificar la extensa y variada gama de productos culinarios en cuatro grupos, según su procedencia:

-Los productos de la huerta: proporciona una amplia variedad de productos perecederos como las hortalizas y las frutas, que tan importantes son para nuestra cocina.

Los cultivos de secano que, prácticamente,  son cereales y legumbres que fueron fundamentales en la alimentación de nuestros antepasados dado a su alto valor energético adecuado para llevar a cabo las duras tareas del campo. Las legumbres son la base principal de las berzas y potajes, y la harina de los cereales se usaba para preparar gachas, sopas o para frituras.

Elemento importante y característico es el “pan moreno”, ideal para usarlo en numeroso platos como sopas o refritos, o bien para tostarlo y añadir ajo, aceite o nuestra manteca “colorá” con “pringá”.

 -Los productos de los animales de crianza y de caza: aportan a nuestra cocina una amplia variedad de recetas. La caza mayor está representada por el jabalí, el venado y el corzo que pueden guisar, asar, estofar, etc. En la caza menor se encuentra el conejo, la liebre, la perdiz, el faisán, etc; además, de los “pajaritos” que se guisan con arroz o se freían con sal y limón. Sin embargo, el conejo es el producto de caza que más destaca ya que se puede guisar de muchas maneras.

 En cuanto a los animales de crianza, destacan los pollos de campo, pavos, gallinas, cochinos, etc. alimentados con grano para que fueran engordados y, posteriormente, matados, abasteciendo a sus dueños durante todo el año. Aparte de sus carne, también se aprovechan otros productos como la leche, los huevos, etc.

La ternera, las vacas retintas y los toros de lidia son la carne de vacuno más característica de esta zona, pudiéndose hacer con ella estofados y otros platos. Las aves de corral constituyen la materia prima de exquisitos guisos como pucheros de gallina, pavo en salsa, etc.

 Cabe destacar como animal de crianza singular al cochino, que era engordado con esmero para que, a finales de año, fuera matado. Esta matanza tenía un fin primordial de autosuficiencia alimentaria, pues del cochino se aprovecha todo, haciendo con ello longanizas, morcillas, chorizos...

Destaca también, entre los productos recolectados del campo, las cabrillas y caracoles o los espárragos, tagarninas, etc. Estos productos han permitido el sustento económico de muchas familias.

 A continuación  pasaremos a comentar brevemente las comidas y los productos que más usaban nuestros antepasados.

El desayuno se hacía a base de café, leche, pan blanco o moreno en el que untaba miel, queso, requesón, ajo, aceite, manteca “colorá”, etc. También se desayunaba el pan migado en el café o en la leche, sobre todo los niños.

El almuerzo sólo constaba de un plato que podía ser potaje, berza, cocido, puchero, gasas, etc. Si era época de productos temporeros  la variedad de comida era mayor y se ampliaba a revueltos, refritos, tortillas, etc. Según la época del año, el almuerzo se acompañaba con rábanos, pimientos asados, picadillo, papas aliñadas, etc.    

María José Jiménez Rodríguez

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